
Hoy, hoy nieva en el único trozo que de mi alma queda...
Hoy bailaré en tu honor, hoy es el día, mi triste amor.
¿Quién dijo que no podías abrazarme con tus frías tijeras?
Me causarás dolor, sí, pero no importa, al menos darás vida a este muerto corazón.
Quise arrebatarles la insolencia, y se burlaron de tu inocencia, eras tan solo un dulce y perdido niño buscando el calor de la decencia...
Vivo en la locura, con un pie en el infierno, al borde de la amrgura. Llena de heridas que nunca sanarán, y desgraciadamente, tú hoy no estás. Pero nieva, mi amor, nieva y yo sé que es porque sigues vivo,
sé que te escondes en tu recóndito castillo,
sé que lloras y te sientes perdido, pero no importa, mi pequeña y triste araña: hoy nieva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario