lunes, 20 de diciembre de 2010

Destino enemigo


Hemos de hablar. Allí donde nace lo oscuro a los pies de las puertas del cielo. De tu cielo. Has de reunirte conmigo para poder decirte, en susurros, lo prohibido. Vamos a jugar a que ni tú eres tú ni yo soy yo. Un juego de roles que guíen mi inspiración. Pues bien, te dejo ser quien no eres, te dejo ser La luz, y yo seré la oscuridad, La cuestión es que sea donde sea, tú y yo, no podemos ser igual. Allí donde el sol pierde su fuego, somos distintos, has de reunirte conmigo, para poder besarte en nuestro ardiente silencio enemigo. Llámame Psique, pero tú nunca podrás ser mi Eros. Tú no eres Vulcano, y yo nunca seré Venus. Ojala mi belleza fuese equivalente a la de tan hermosa diosa que mimosa y odiosa en nuestros corazones reposa. Allí donde el atardecer fallece, yo me hallo, has de encontrarte conmigo para poder confesarte, muy bajito, lo que dentro de mí callo. Bebe de mi corazón exento la sangre que con ímpetu desean tus labios hambrientos, toma de mí mi razón y haz de mí algo que en un mañana deba perecer , pero sea como sea, lo nuestro nunca podrá ser…Allí donde florece lo muerto, bajo mi tumba yo duermo, esperando a que esta guerra apague el fuego del averno… Allí en la frontera del congelado desierto, se esconde el secreto, se acumula el pecado, y ambos sabemos que hemos de luchar. Es cierto. Y ahora, aquí, donde yacen los exánimes cuerpos. Los dos batallamos, ambos contra el sentimiento del pecado ardiendo, formado por la llama del amor violento, y sólo me queda decirte, que tal vez amor, nos veremos en otro tiempo, en donde quizás nuestro querer pueda ser confesado, gritado, y forjado en el viento…

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