jueves, 19 de abril de 2012

Mou nidoto.



El diablo está encerrado entre estas cuatro paredes, y me parece que aquí no hay nadie más que yo.


Los muros que se alzan ante mi impotencia, no son tangibles, ni tan si quiera son visibles...

Son los tabiques de mi propia tumba, de mi agridulce sepulcro, del mio y el de todos... Son la rabia, la descondianza, la sociedad y la falsa libertad...

Estos obstáculos son el producto de la propia naturaleza del hombre, ese que enjauló y domesticó a otras criaturas porque sabía que él nunca sería un animal libre...

Y nuestra esencia, es lo que nos convierte a ti y a en el mismo demonio, egoísta, malvado, avaro, egocéntrico...

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